cuento: La Vanidad y la Humildad
El diablo, transformado en ángel de luz, se apareció a uno de los santos Padres del desierto y le dijo:
“Soy el ángel Gabriel y me ha enviado a ti el Todopoderoso”.
El monje replicó:
“Piénsalo bien. Seguramente has sido enviado a otro. Yo no he hecho nada que merezca la visita de un ángel”.
Con lo cual, el diablo se esfumó y jamás volvió a atreverse a acercarse al monje.
AUTOR: Anthony de Mello.
LIBRO: La oración de la Rana.
Curioso cuento este, aunque puede ser malinterpretado, por eso me gustaría dar mi opinión al respecto (normalmente soy partidario de que cada uno tiene que “mascar” o extraer las propias conclusiones acerca de las enseñanzas recogidas en estos relatos cortos).
Opino que ser humilde NO ES humillarse o restarse valor a uno mismo ni a lo que hacemos, es reconocer y aceptar que por el momento (ves? tampoco se trata de resignación o de determinismo*) eres como eres, sin presiones, sin ansiedades de “tener que ser…” o de “deber de ser…”, es simple y llanamente reconocer tus puntos débiles pero TAMBIÉN (y muy importante, ya que a veces nos olvidamos de ello) aceptar y valorar allí donde están nuestros puntos fuertes, nuestros dones, habilidades y potencialidades a desarrollar.
Como en casi todos los cuentos, los diferentes personajes que los forman pueden integrarse dentro de la mente de una misma persona, si por ejemplo en este caso identificásemos al diablo con el Ego y al santo Padre del desierto con nuestro verdadero YO (con nuestra esencia) cuando este YO verdadero nuestro posee baja autoestima, se deja guiar por el Ego, que parece agasajarlo pero que en el fondo pretende dominarlo, comprarlo con halagos, deformándole la realidad para hacerle obedecer su voluntad, SUPEDITÁNDOLE A LA NECESIDAD DE SER IMPORTANTE, DE RECONOCIMIENTO, DE APLAUSO, haciendo de nuestra parte genuina un esclavo ansioso y debilitado, un adicto que busca conseguir constantemente su droga y que sufre si no la obtiene en la dosis o de la forma que necesita. Y no solo hablo de la necesidad de aprobación por parte de los demás, sino por parte de uno mismo hacia si mismo (Autoaceptación, autoimagen,… ).
¿Acaso te hace fuerte el proyectar todo el tiempo una imagen de fortaleza hacia los demás (o hacia ti mismo) para que crean que no eres débil? ¿Cuánto desgaste y consumo de energía vital puede estar produciéndote? Quizás la verdadera fortaleza está en no preocuparnos por la impresión de lo que creemos debilidad que podamos estar dando o a punto de dar.
Nadie habla de restarnos méritos o de ocultar nuestras capacidades para “no molestar” a otra gente… para crear “buen ambiente”, eso sería ir en contra de nosotros mismos; hablo simplemente de aceptar con normalidad que hay cosas que se nos dan bastante bien y que hay otras que no sabemos (aún) o que no se nos dan tan bien pero en las que invertimos la capacidad de que disponemos.
Últimamente estoy notando, mientras leo diversos artículos de revistas y blogs, que actualmente esa impresión de fortaleza está dando paso a la CASI OBLIGACIÓN de “ser positivo” que parece exigir la sociedad moderna. Da la impresión de que en la actualidad hubiera una “dictadura de la positividad” y que nunca nos hubiéramos de permitir sentirnos negativos, pesimistas, estar tristes en definitiva… (como si la actitud positiva por si misma fuera a solucionar todos nuestros problemas o preocupaciones). Es cierto que una mirada positiva ante la vida ayuda a afrontar las dificultades pero creo que lo óptimo es sentirnos como en ese momento nuestro cuerpo nos pida sentirnos, sin tratar de “forzar la máquina” (a veces tener una actitud negativa o pesimista durante un tiempo es un método de protección que tiene la mente para irse recuperando de un shock, es una etapa o fase necesaria en la sanación), en la mayoría de los casos nuestra mente se irá estabilizando si simplemente la dejamos estar y no tratamos de hacerla rodar a revoluciones que no son las que necesita en ese preciso momento.
*Determinismo: "Yo nací así y no puedo hacer nada al respecto. Es inútil que lo intente ya que no me saldrá bien por mucho que me esfuerce."
- “Alcanzar el centro, mantenerse en contacto con la realidad de uno mismo, es el más elevado de los estados que un ser humano puede alcanzar.” BRUCE LEE.
- “El buen general vence, y allí se queda. Vence y no se jacta, vence porque es su deber.” LAO TSÉ.
- “Humildad no es sinónimo de pobreza, humildad es sinónimo de calidad de persona.” ANÓNIMO.
- “A través del orgullo nos engañamos a nosotros mismos.” CARL GUSTAV JUNG.
- “Los aduladores tienen la apariencia de amigos, como los lobos tienen la apariencia de perros.” GEORGE CHAPMAN.
- “Y si crees que eres como cualquier ser, como cualquier cosa, eres todos los seres, todas las cosas. Eres el universo.” ANTONIO PORCHIA.
- “Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…” GEORGE GURDJIEFF.
- “El Ideal de nuestro Ego de ser diferentes de lo que somos nos conduce al agotamiento.” DEBBIE FORD.
- “Ser humilde frente a los superiores es un deber; frente a los iguales es cortesía; frente a los inferiores es nobleza, y frente a todos es seguridad.” BRULE LEE.
- “La humildad nos permite ver las cosas como son, sin las deformaciones que genera la lente de la vanidad.” ALEX ROVIRA.
- “La tensión es quien crees que debes ser. La relajación es quien eres.” PROVERBIO CHINO.
- “No negocies tu autenticidad a cambio de una mirada de aprobación.” JORGE BUCAY.
- “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?” JESÚS.
- “Todo lo que reprimimos nos debilita hasta que descubrimos que también constituía una parte de nosotros mismos.” ROBERT FROST.
- “Serás capaz realmente de ver cuando estés dispuesto a percibir también el barro que hay en ti y a reconciliarte con ello.” ANSELM GRÜN.
- “La vanidad es hija legítima y necesaria de la ignorancia; el hombre es un ciego que no sabe verse a sí mismo.” EDWARD YOUNG.
- “La humildad es nuestro contacto con la realidad.” DOMÉNICO CIERI ESTRADA.
- “No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.” TOMÁS de KEMPIS.
- “Puede que haya personas buenas en el inferno, pero no humildes.” ANÓNIMO.
- “La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano.” SAN AGUSTÍN.
- “Qué difícil es reconocer la propia ignorancia y qué liberador resulta hacerlo.” WALTER RISO.
- “El reconocimiento de la ignorancia es el comienzo de la sabiduría.” GEORGE GURDJIEFF.
- “La humildad es el fundamento de todas las demás virtudes, por lo tanto, en el alma en la que esta virtud no existe no puede haber ninguna otra virtud.” SAN AGUSTÍN.
- “La persona semidesarrollada habla para impresionar. Los falsos maestros del Camino de la vida utilizan un lenguaje florido. La cultura a medio camino conduce al ornamento. Un alto nivel de cultura conduce a la simplicidad.” BRUCE LEE.
- “La sinceridad contigo mismo ocupa una parte definitiva y esencial en el permanente proceso de convertirte en un ser humano real y no de plástico.” BRUCE LEE.
- “Para evitar caer en la pedantería insufrible del sabelotodo, hemos caído en la modestia autodestructiva de la negación de nuestras virtudes. Por no ser derrochadores, podríamos ser mezquinos.” WALTER RISO.
- “La verdadera humildad arranca de la propia aceptación, sin desajustados disfraces ni mascaras grotescas. Psicológicamente al descubierto, con lo bueno y lo malo a flor de piel. No importa que se noten, nuestros errores nos humanizan, no importa que debamos reconocer públicamente la ignorancia, nos purifica.” WALTER RISO.
- “Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande.” RABINDRANATH TAGORE.
- “La humildad es un don tan efímero que, tan sólo al decir que lo posees, se esfuma.” MICKY BANE.
- Recuerda que la desesperada necesidad de aprobación siempre esconde una muy baja autoestima, la cual se intenta compensar, mostrando claves de atractibilidad. La aceptación afectiva, para las personas que sustentan éste estilo, es cuestión de vida o muerte. Es el aire que los mantiene vivos. WALTER RISO.
- “Vacíate de tu Ego y ya no podrás ser dañado ni herido por nadie.” ANÓNIMO.
- “El hombre: la fragilidad y menos aún. Y, sin embargo, cuánta petulancia, cuánto orgullo y cuánta gloriosa estupidez.” JOHN NIGRO.
- “Muchos habrían podido llegar a la sabiduría si no se hubieran creído ya suficientemente sabios.” JUAN LUIS VIVES.