APRENDER AMOR INCONDICIONAL

¿Cómo amarse?

Examinemos algunas formas de amarnos a nosotros mismos que pueden resultar útiles para aquellos de nosotros que ya llevan algún tiempo trabajando en ello, y también para las personas que acaban de comenzar. Yo los llamo mis Diez Pasos. Amarse a uno mismo es una aventura maravillosa; es como aprender a volar. ¿Te imaginas que todos tuviéramos el poder de volar a voluntad? ¡Sería fantástico! Empecemos a amarnos ahora mismo.

Diez maneras de amarnos:

1.-Dejemos de criticarnos

2.-Dejemos de asustarnos

3.-Seamos amables, cariñosos pacientes con nosotros mismos

4.-Aprendamos a ser cariñosos con nuestra mente

5.-Elogiémonos

6.-Amarnos significa apoyarnos

7.-Amemos nuestros rasgos negativos

8.-Cuidemos nuestro cuerpo

9.-Trabajemos con el espejo

10.-Amémonos ya, ahora mismo

El objetivo que en mi opinión hemos venido a conseguir aquí es el amor incondicional, y para lograrlo debemos empezar por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos. No estamos aquí para contentar a otras personas o para vivir según sus directrices, sólo podemos vivir a nuestra manera y caminar por nuestra propia senda. Hemos venido a realizarnos a nosotros mismos y a expresar el amor en su sentido más profundo. Tú estás aquí para aprender y crecer, y para asimilar y proyectar compasión y comprensión. Cuando abandones el planeta no te llevarás a tus amigos ni a tu pareja, ni tu coche, tu cuenta bancaria o tu trabajo. Lo único que te llevarás será tu capacidad de amar.

Louise L. Hay del Libro: El Poder esta dentro de Ti

HEMOS VENIDO A APRENDER LO QUE ES EL AMOR

AMOR PROPIO

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre…
…Autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es…
…Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama…
…Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es…
…Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama…
…Amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es…
…Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la…
…Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama…
…Plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es…
…¡Saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos ( de la confrontacion)… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin

¿QUÉ TAL SI ME PERDONO?

Me he sentado a tomar un café conmigo mism@ frente al espejo y me descubrí alzándome la ceja como siempre, entonces me dije a mi misma; ¡Ya estuvo bueno de ser tan dura! y qué lo mejor era simplemente. Perdonarme.

Me perdono por dejarme en último lugar infinidad de veces…

Me perdono por hacerme pedazos para completar a otros…

Me perdono por no tener tiempo para mí…
Me perdono por no hacerme caso, y tropezar con el mismo obstáculo una y mil veces.
Me perdono por poner mi salud como un pendiente y no como una prioridad…
Me perdono por haber hablado de más…
Me perdono por haberme callado…
Me perdono por confundir resignación con tolerancia…
Me perdono no gastar en mí lo que sin reparo gasto en alguien más que a veces no lo merece…
Me perdono por mentirme…
Me perdono por no verme al espejo más seguido…
Me perdono por no ser más amable conmigo misma…
Me perdono por no tenerme paciencia ni tener constancia…
Me perdono por ser tan ruda cuando se trata de mí…
Me perdono no encajar en un molde…
Me perdono por no permitirme muchas cosas…
Me perdono por no disfrutar de otras tantas…
Me perdono por no valorar los momentos que valen la pena y darme cuenta muy tarde…
Me dije a mi misma; debemos aprender a soltar, a dejar ir y sobre todo; ¡A perdonar!. Debemos hacer frente común contra el mundo que está en nuestra contra… simplemente es el mundo y la gente es gente con lo bueno y con lo malo, a veces sólo estamos parados en el camino equivocado con alguien que viene a todo pulmón y nos arrasa sin miramientos.
No hay explicaciones ni justificaciones, es así y así sucede.
¿Sabes?, le dije a mi niña interior necesito tu apapacho, tu abrazo, tu complicidad, he aquí el trato… Menos reproches y más amor, menos revivir el momento y más perdón.
¿Y si me perdono? Ampliamente y de verdad, sin echarme en cara después mi errores, sin pensar en un problema toda la noche, sin sentir un punzada con un recuerdo corrupto cruzándonos la mente.
¿Y si perdono mis errores y mi pasado?
Sí, me perdono, me acepto, me acomodo las piezas y me reseteo la memoria y el corazón para poder perdonarme…
¡Si, me perdono para empezar a vivir!…
















 

 


 












 

 




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