En un show, aquel mago inició su función, sacó unos pañuelos de colores por separados para luego, mientras nos motivaba con su arte, procedía argumentando:- Las situaciones de la vida presentan diferentes tonalidades algunas como estos colores más alegres, sacando de su puño, un pañuelo verde, rojo y naranjo. También existen momentos que son invadidos en nuestra alma por sensaciones que despiertan nuestros sentidos, invadiéndonos de amor, como estas telas rosada y violeta. Sin embargo no podemos descartar que en variadas ocasiones nuestro espíritu se eleva a las alturas seduciéndolos en la magia de lo sublime como lo es el blanco y el azul. Pero no podemos olvidar que por más que nos irrumpan circunstancias bellas, tenemos en ocasiones algunas imperfecciones y en esos inciertos se tornan en colores grises, negros y café.
Más, ¿Qué pasaría, si metemos todo esto en un saco? Imaginen por un momento que su vida es este recipiente. ¿Qué creen que sucederá? Revuelvan y observen…Así mismo realizó la acción el hechicero. Preguntó entonces. ¿Se han visualizado en alguna teoría? Bien, veamos que sacamos. Introduce su mano en el recipiente y saca una hilera de pañuelos de colores unidos unos con otros. –Ven- dice el mago lo que tenemos en nuestras manos es la vida. Llena de matices que le decoran haciendo de ella un arcoíris de aprendizajes en donde presenta un comienzo pero no un final. Porque mientras se existe, hay gradaciones de colores y como ustedes saben, cada día hay una tonalidad nueva que nos conlleva a manifestar fe, en la creación de lo infinito.
Ahora bien, si ven ustedes, mi querido público podrá observar que cada punto de unión de estos pañuelos presenta un nudo. Quisiera amablemente pedir que voluntariamente suba alguien al escenario.
En ese intertanto las luces ya no eran para el artista sino para cada uno de nosotros espectadores del show. De repente una luz blanca encandecente se posó en mi figura.
En instantes la gente irrumpió con aplausos. El joven mago me pregunta- ¿Desea usted subir? Yo ante esas circunstancias pues no dudé y accedí. Ascendí hacia el escenario.
–Muchas gracias por su buena voluntad- me dice el joven.
–Mire y me vuelve a mostrar la hilera de colores, piense en algo que lo acongoja, que le gustaría solucionar. Cierre los ojos y visualice esa situación.
Así mismo lo hice. – Logre sentir lo que provoca en usted aquello y elija cualquier parte de esta fila de colores. Procedí a ejecutar la acción. Ahora dígame, mostrándonos como resolvería sus pensamientos.
Entonces tomé la hilera colorida y empecé a tirar y tirar para separar. Pero me di cuenta que mientras más tiraba más se aferraba ese nudo.
El presentador del show me dice, puede buscar usted otra forma si lo desea.
A esa altura ya había tomado ese instante como un desafío, porque no deseaba quedar en ridículo ante los demás. Sentí que me invadía una ansiedad tremenda, tanto así que lograba percibir el calor de las luces y me vi sudando.
Y como todo reto decidí tomar otra opción, queriendo intentar desatar el nudo con mis manos, pero mientras más deseaba más me costaba deshacer lo que con fuerza había atado más.
Fue tanta mi congoja que el mago me pregunta ¿Desea usted ayuda?
Sentí frustración y ante esa derrota objeté con un sí.
Fue cuando tomó mi mano y me dice pase sutilmente sus dedos sobre esta fila.
Lo miré con extrañeza, pero ¡En fin!. El era el mago y supongo que sabe lo que hace.
No me quedó otra que confiar y tener fe.
Accedí hacer lo que se me pedía y en la medida que iba cumpliendo con la instrucción me percaté que esos nudos desaparecían y todo se mezclaba sin interrupciones.
Al terminar, el mago mostró al público nuevamente la tira de colores. Pero ahora como un fluido sin cortes.
Esto mis queridos amigos es magia… dejar que las cosas en nuestra vida pasen con la sutileza y calma que debe ser es amar y valorar cada instante vivido.
Mientras más nos detenemos en persistir con algo, más tiempo perdemos en derrochar sentimientos que nos desvían de lo que somos, desvalorando instancias que por muy simples que sean marcan la diferencia.
La magia esta en creer que todo pasa, todo se construye, todo se ilumina, todo nos eleva… el arte del encantamiento lo poseemos cada uno de nosotros…¡descubran, admiren! como hoy lo han hecho a través de mi acto.
Así finalizó su espectáculo con una ovación de aplausos incluyendo el mío.