IR CON LA CORRIENTE

Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos…

— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 94

Las primeras palabras que digo al levantarme por la mañana son, “Oh Dios, me levanto para hacer Tu voluntad”. Esta es la oración más corta que conozco y está profundamente arraigada en mí. La oración no cambia la actitud de Dios para conmigo; cambia mi actitud para con Dios. A diferencia de la oración, la meditación es un período de quietud sin palabras. Estar centrado es estar físicamente relajado, emocionalmente calmado, mentalmente enfocado y espiritualmente consciente.

Una manera de mantener abierto el canal y mejorar mi contacto consciente con Dios es mantenerme en una actitud agradecida. En los días que estoy agradecido parece que suceden buenas cosas en mi vida. Sin embargo, en el instante en que maldigo las cosas de mi vida, se detiene el fluir de lo bueno. Dios no interrumpió la corriente; fue mi propia negatividad.

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