PG.55
24 FEBRERO
SOMOS CAPACES DE SER MUY IMPERTINENTES CENSURANDO A LOS DEMAS, EN AQUELLO QUE NUNCA ACEPTARIAMOS CONSEJOS NOSOTROS MISMOS. WILLIAM PENN
El reconocimiento de mis faltas no siempre me libera de ellas. Me encuentro a mi mismo cayendo en dar consejos, a pesar de no gustarme los consejos de los demas y de mi conviccion de que no estamos aqui para aconsejar a nadie.
Cuando cometo ese error, pido perdon a la persona a la que he intentado aconsejar. Ese es el primer paso para ser liberado de este defecto; y si lo confieso ante mi grupo, estare mas cerca incluso de conseguir cierta humildad.
Solo por hoy : Puede que parezca que la gente desea mi consejo, pero esa no es una razon para darlo. En OA, soy simplemente otro miembro, no un consejero
COMENTARIO 2014
Suelo quejarme y criticar de los otros. Mientras me quejo y critico no puedo ver mis faltas, y no puedo corregirlas. El reconocer mis faltas siempre me libera de ellas, no soy nadie para juzgar las faltas de otros. Que cada uno sea su propio juez. Vive y deja vivir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!