Paciencia
Qué hartos y fastidiados nos sentimos cuando la gente nos dice que seamos pacientes o que aprendamos a tener paciencia. Cuán frustrante puede ser querer tener finalmente algo, o ir hacia delante, y que luego eso no suceda.
Qué irritante que alguien nos diga que esperemos cuando nuestras necesidades no han sido satisfechas y nosotros estamos en medio de la ansiedad, de la frustración y de la inacción. No confundas la sugerencia de ser paciente con aquella vieja regla de no tener sentimientos.
¡Ser paciente no significa que atravesamos el proceso a veces abrumador de la vida y de la recuperación sin experimentar sentimientos! Siente la frustración. Siente la impaciencia. Enójate cuanto sea necesario porque tus necesidades no están satisfechas. Siente tu miedo. ¡Controlar tus sentimientos no hará que controles el proceso!Descubrimos la paciencia sometiéndonos a nuestros sentimientos.
A la paciencia no se le puede forzar. Es un don que sigue de cerca a la aceptación y a la gratitud. Cuando manejemos nuestros sentimientos para aceptar totalmente lo que somos y lo que tenemos, estaremos listos para ser y tener más.
“Hoy me dejaré experimentar mis sentimientos mientras practico la paciencia”.

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