Día de San Valentín
Para los niños, el Día de San Valentín significa corazones de dulce, tarjetas bobas y excitación en el ambiente.
Qué diferente puede ser el Día de San Valentín para nosotros como adultos. El Día del Amor puede ser un símbolo de que aún no hemos conseguido que el amor nos funcione como nos gustaría.
O puede ser símbolo de algo diferente, de algo mejor. Ahora estamos en recuperación. Hemos empezado el proceso de curación. Hemos aprendido que nuestras más dolorosas relaciones nos han ayudado en el viaje de la curación, aunque no hayan hecho más que señalarnos nuestros propios problemas o mostrarnos lo que no queremos en nuestra vida.
Hemos empezado el viaje de aprender a amarnos a nosotros mismos. Hemos comenzado el proceso de abrir nuestro corazón al amor, al verdadero amor que fluye de nosotros hacia los demás y de ellos hacia nosotros. Haz algo para amarte a ti mismo. Haz algo amoroso y divertido para tus amigos, para tus hijos, para quienquiera que escojas.
Este es el Día del Amor. Estemos donde estemos en nuestro proceso curativo, podemos divertirnos con él tanto como queramos.
Cualesquiera que sean nuestras circunstancias, podemos sentirnos agradecidos de que nuestro corazón se está abriendo al amor.
“Hoy me abriré al amor de otras personas, del Universo y de mi Poder Superior. Hoy me permitiré a mi mismo dar y recibir el amor que quiero. Estoy agradecido de que mi corazón se este curando, de estar aprendiendo a amar”.