Disfruta de la recuperación
¡Vaya viaje!
Este proceso de crecimiento y de cambio nos lleva por un sendero siempre cambiante. A veces, el camino es duro y escarpado; otras, subimos montañas. Algunas más nos deslizamos del otro lado por un tobogán.
A veces descansamos.
A veces andamos a tientas en la oscuridad. A veces la luz del sol nos deslumbra.
En ocasiones pueden caminar muchos junto con nosotros en el camino; a veces nos sentimos casi solos.
Siempre cambiante, siempre interesante, llevándonos siempre a un lugar mejor, a un lugar bueno.
¡Vaya viaje!
“Hoy, Dios mio, ayúdame a relajarme y a disfrutar del paisaje. Ayúdame a saber que estoy justamente donde debería estar en mi viaje”.

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