De comida en comida
Nos abstenemos de comer en forma compulsiva de día en día y de comida en comida. Después del desayuno, no nos preocupamos acerca de cómo nos sentiremos a la hora de la cena. Después de desayunar sabemos que hemos hecho una comida con abstinencia y que podemos olvidarnos de la comida hasta el medio día. Si nos permitimos empezar a pensar qué vamos a comer en la próxima comida, y en la que sigue, volveremos a nuestra obsesión.
La belleza de la abstinencia está en que nos permite ir de una comida a la siguiente sin estar constantemente preocupados por ella. Al abstenernos de ingerir azúcares refinados y carbohidratos y alimentos que nos llevan al atracón, ya no tenemos que luchar contra el antojo de querer más. Al trabajar los Doce Pasos, nos llenamos la mente con pensamientos que nos nutren y alejando de nosotros nuestra antigua obsesión por la comida.
Esta comida que he planeado es la única que me interesa ahora. No necesito pensar en otras ni en otro tipo de alimentos. Disfrutaré de esta comida y luego me despojaré de esta obsesión para el resto de mi vida.
Mantén mi abstinencia de una comida a la otra.