Un Padre fuerte
Muchos de nosotros concebimos a Dios como a un padre en quien podemos confiar en cualquier situación. Nuestro padre biológico podrá haber sido un tirano o una amigo, distante o accesible, firme o débil. Aunque lo hayamos querido mucho y hayamos dependido de él, no era más que una persona y no era infalible.
Para recuperarnos de la compulsión de comer, necesitamos una fuente de fortaleza a la que podamos recurrir en cualquier emergencia. Necesitamos un Poder en el cual apoyarnos en los altibajos de cada día. Aunque nuestros familiares y amigos nos apoyen, su ayuda no es suficiente. Ellos no nos pueden dar ni el control ni el apoyo que necesitamos para recuperarnos de nuestra enfermedad.
La guía firme e infalible que requerimos viene de nuestro Poder Superior. Si estamos dispuestos a convertirnos de nuevo en niños y a volcarnos en Dios sin reservas, recibiremos Su apoyo. Es este Poder el que nos libera de nuestra falsa dependencia hacia la comida.
Señor, sé que para nosotros un Padre fuerte.
Comentario 2015
Cada vez creó más en la necesidad de creer en un poder superior k no dejase ser mi propia voz interior, lo k mi conciencia me dice k debería hacerEstoy tan pendiente de los demás k descuido mi propia recuperación, mi propia conducta y si no estoy al tanto de mi conducta nunca podré corregir ni rectificar

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