Sin salida
Hemos intentado varios caminos para evitar los problemas y el dolor emocional. Además de la comida, quizá hayamos utilizado el alcohol, las drogas, el sueño, el sexo, la actividad compulsiva o el soñar despiertos en exceso para tratar de escapar a cualquier cosa que no queríamos afrontar. Sin duda, descubrimos que nada funcionaba permanentemente; el problema o el dolor permanecieron.
El intento de evitar el malestar emocional es lo que convierte el miedo en pánico. Cualquier cosa que nos perturbe o nos amenace se vuelve menos manejable cuando pretendemos que no existe. Ahora que tenemos el programa CCA y el contacto con un Poder que es superior a nosotros mimos, podemos confrontar nuestros problemas sin buscar frenéticamente una salida de la realidad.
Nuestro dolor es el que nos enseña las cosas que deseamos saber. Al estar dispuestos a hacernos pedazos, somos capaces de sanarnos. A través de nuestro enorme malestar, nos vigila Aquel que nos cura. No necesitamos ninguna salida.
Gracias por la fe que supera el pánico.

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