Al recoger la mesa
Recoger la mesa y guardar los sobrantes de comida es una tarea difícil para la mayoría de los comedores compulsivos. Lo que la hace tan difícil es nuestro viejo hábito de llevarnos los sobrantes a la boca en vez de meterlos en el refrigerador o tirarlos a la basura. Una vez que decidimos que no comeremos nada después de haber comido, recoger la mesa se convierte en una tarea sorprendentemente fácil.
Si no estamos gastando nuestra energía luchando contra la tentación de comer un poco de esto o de aquello, tenemos energía para las tareas que debemos hacer. Recogemos la mesa en mucho menos tiempo y con mucho menos esfuerzo si no estamos discutiendo con nosotros mismos acerca de lo que sucederá con los sobrantes.
En el pasado, quizá sentíamos que recoger la mesa era una labor degradante. A medida que seguimos nuestro programa, empezamos a sentir más satisfacción por las labores que ejecutamos, y nos preocupa menos el estatus relativo a las tareas que nos tocan. Sentimos satisfacción cuando limpiamos la mesa, al igual que cuando limpiamos nuestras vidas por medio del programa CCA.
Que no sea tan orgulloso que no disfrute de recoger la mesa.