Aprender la moderación
Si hubiéramos sabido cómo practicar la moderación, no nos hubiéramos vuelto comedores compulsivos. Segur los lineamientos de la abstinencia nos permiten comer con moderación. Trabajar los Doce Pasos nos enseña a aplicar la moderación en otras actividades.
Saber cuándo detenernos implica conocernos a nosotros mismos. Tendemos a dejarnos llevar por nuestra determinación a terminar un trabajo hoy, a explicar la historia de nuestra vida a un nuevo amigo en una sola tarde, a terminar un proyecto importante en un tiempo récord. La tendencia a devorar la vida en enormes bocados puede ser tan perjudicial como la compulsión por comer.
Es la serenidad que adquirimos del contacto con nuestro Poder Superior lo que nos salva de desgastarnos en forma compulsiva. Estar conscientes del callado Poder y del orden que sostiene toda vida calma nuestra personalidad sobreestimulada. Depender de Dios, tal como cada uno de nosotros lo concibe, nos brinda el apoyo y la confianza para contentarnos con esfuerzos y logros moderados.
Enséñame a practicar la moderación