Aceptemos la voluntad de Dios
Las decepciones y heridas nos pueden lanzar a una orgía de lástima por nosotros mismos si no estamos dispuestos a aceptarlas como parte del plan de nuestro Poder Superior. No comprendemos por qué debemos sufrir decepciones y frustraciones, pero confiar en Dios significa aceptar la parte de dolor que nos toca sufrir en este mundo.
Cuando miramos en retrospectiva nuestras decepciones anteriores, a menudo nos damos cuenta que lo que tanto queríamos en esa época pudo no haber sido lo mejor para nosotros. Nuestra visión y juicio de las cosas son limitados. Si tenemos fe en que Dios está manejando nuestra vida de acuerdo con Sus propósitos, nos sentiremos aliviados de dolor y frustración innecesarios.
Aceptar la voluntad de Dios no significa absorber con pasividad todo lo que sucede como si fuéramos una esponja. Significa que debemos tratar activamente de conocer Su plan para nuestras vidas y trabajar con un propósito de acuerdo con el conocimiento que recibamos. La aceptación es positiva y cooperativa.
Lo que busco aceptar es Tu voluntad.
 

error: Content is protected !!