Dios está aquí
El poder que nos devuelve a la cordura no es algo remoto y abstracto que se encuentre leyendo libros o haciendo grandes hazañas. Nuestro Poder Superior está con nosotros constantemente y se encuentra involucrado hasta en lo más nimios detalles de cada día. No tenemos que esperar y trabajar para volvernos aceptables a los ojos de Dios. Él nos acepta ahora mismo, sin importarle nuestra situación actual.
El ego obstaculiza nuestra percepción de Dios. Si nos concentramos estrechamente en las preocupaciones del ego y del egocentrismo ignoramos la presencia de un Poder Superior, aunque luego, en nuestra soledad, nos sintamos débiles y confusos.
Para estar conscientes de la presencia de Dios en nuestras vidas todos los días, lo único que necesitamos es estar dispuestos a abrirnos a Él. Descubrimos que es muy cierto que Él está “más cerca que el aliento y más cerca que las manos y los pies”. Aquello que quizá hemos estado buscando o negando durante años resulta ser la base de nuestra existencia y el Poder que nos sostiene minuto a minuto.
Señor, aumenta mi conocimiento de Ti.