Reparar el daño que nos hemos causado
A causa de nuestra manera compulsiva de comer, nosotros mismos hemos salido más lastimados que nadie. Como no podíamos confiar en nosotros mismos, nos teníamos poco respecto y confianza. En muchos casos, nos odiábamos por lo que pensábamos era una debilidad y ahora sabemos es una enfermedad.
Nosotros solos no podemos controlar nuestra enfermedad, pero a través de CCA y de nuestro Poder Superior somos capaces de recuperarnos. Con la recuperación viene toda una nueva actitud ante uno mismo. Nos damos cuenta que nos da felicidad abstenernos de comer en forma compulsiva y buscar cada día hacer la voluntad de Dios. En nuestras actividades diarias entran un nuevo poder y un nuevo orden, y empezamos a aprobarnos a nosotros mismos.
La mejor manera de reparar el daño que nos hemos causado por odiarnos a nosotros mismos y por haber fracasado en nuestro intento por desarrollar nuestras capacidades es mantener nuestra abstinencia todos los días. Entonces adquirimos la confianza para decir “no” a aquellas cosas que no nos convienen. En vez de destruirnos a nosotros mismos por un exceso de comida y por el tipo de actividades equivocadas que elegimos, estamos construyendo una nueva vida que nutre nuestro Poder Superior.
Gracias por las nuevas oportunidades para crecer.