La pausa que refresca
Estamos aprendiendo a apoyarnos en nuestro Poder Superior para tener fuerzas, en vez de hacerlo en la comida. Indudablemente, hemos tenido muchos “ratos libres” en los cuales ingerimos alguna sustancia adictiva. En vez de hacernos más fuertes, nos hicieron más débiles. Gracias a CCA, estamos encontrando una fuente de refresco confiable.
Empezar el día poniéndonos en contacto con Dios durante unos minutos nos permite extraer de Su fortaleza la fuerza que necesitamos. A lo largo del día, cuando nos sintamos perplejos, hastiados o presionados, podemos hacer una pausa para renovar el contacto. Ésta es una fuente constante de poder cada vez que nosotros nos abrimos a ella.
Permitirnos tener demasiadas ocupaciones a la vez es buscarnos problemas. Sólo podemos concentrarnos activamente por determinado tiempo sin tener un periodo de descanso y relajación. Si varias veces al día buscamos momentos para consultar con nuestro Poder Superior, nuestro trabajo será más efectivo y nuestro tiempo libre más creativo.
Señor, busco Tu presencia

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