Racionaliza
Nosotros, los comedores compulsivos, somos expertos en inventar pretextos con tal de tomar la línea de menor resistencia. Antes de entrar a este programa, siempre encontrábamos alguna razón para comer. ¿Cuántas veces dijimos “Un bocadito no me puede hacer daño”?
Es difícil decir “no” a nosotros mismos y a los demás, aunque tal vez nos demos cuenta que decir “sí” puede ser perjudicial tanto para nuestra salud como para nuestra integridad. Pensamos en razones para hacer lo que otros quieren que hagamos, en vez de “hacer olas” y defender firmemente aquello que sabemos es esencial para nuestra recuperación.
A menudo, al racionalizar, nos convencemos a nosotros mismos que todo está bien cuando no es así. Nuestra salud emocional y espiritual requiere que examinemos honestamente nuestra conducta y nuestras relaciones. Cuando éstas no son adecuadas, necesitamos ponernos en acción para corregirlas.
Que por Tu luz pueda yo ver claramente.