Fortaleza espiritual
Lo que los comedores compulsivos necesitamos para controlar nuestra enfermedad es fortaleza espiritual. Si somos fuertes espiritualmente, no nos volveremos a la comida para llenar nuestro vacío espiritual interior. Recordemos que comíamos en exceso porque éramos pobres espiritualmente, y hacerlo vació nuestro espíritu aún más.
Paradójicamente, somos más fuertes en espíritu cuando estamos más conscientes de nuestra debilidad. Para que se pueda hacer cargo de nuestra vida nuestro Poder Superior, tenemos que reconocer y admitir nuestra impotencia. La fortaleza espiritual le llega a aquellos que tienen la suficiente humildad para recibirla.
La fortaleza no la adquirimos de la noche a la mañana. Entre más tiempo pasemos en comunión con Dios, más fuertes nos volveremos. Cultivar conscientemente Su presencia mientras desarrollamos nuestras actividades nos permitirá apoyarnos más y más en Su fortaleza y cada vez menos en la nuestra.
Fortalecemos con alimento espiritual para que no tengamos necesidad de comer en exceso.