Abstenerse no es fácil
Abstenerse no es fácil, ¡pero es mucho más sencillo que comer en exceso! La razón por la cual pensamos que es fácil comer en exceso es porque hacerlo era un hábito. De hecho, procesar la comida extra era difícil, tanto en lo físico como en lo emocional y espiritual.
Cuando nos abstenemos, rompemos un viejo hábito y adquirimos uno nuevo. La transición requiere concentración y dedicación. Nos abstenemos cada minuto del día y de la noche. Hasta cuando estamos comiendo, nos estamos absteniendo, ya que únicamente estamos tomando alimentos planeados, en cantidades moderadas. No estamos comiendo en exceso en forma compulsiva, de acuerdo con el capricho y la presión irracional.
Aparentemente, algunos de nosotros tenemos que pasar por un periodo de “abstinencia obligatorio” antes de llegar al punto donde es más fácil abstenerse que no hacerlo. Otros somos capaces desde el principio de relajarnos y abstenernos con comodidad. Sea cual sea nuestra experiencia individual, cada uno de nosotros tenemos a nuestro Poder Superior para ayudarnos.
Que permanezca contigo cuando el camino se torne difícil.