Aceptar la normalidad
Es normal hacer tres comidas al día. Siendo comedores compulsivos nos convertimos nosotros mismos en casos de excepción al rehusarnos a seguir el patrón normal de alimentación. En vez de ello, queríamos seguir los caprichos yexigencias de nuestro apetito irracional. Por alguna razón, lo que les bastaba a los demás no era suficiente para nosotros; siempre queríamos más.
Ahora que ya hemos aceptado un plan de alimentación normal podemos aprender a comer normalmente. No necesitamos comida extra. Sabemos que nuestra verdadera fortaleza y alimento proviene de nuestro Poder Superior, no de una sobrecarga de calorías.
Cuando dejamos de comer en forma compulsiva, ya no necesitamos seguir sintiendo culpa acerca de nuestros hábitos alimentarios ni sentirnos diferentes de los que nos rodean. Podemos aceptar el hecho de que somos gente normal, no mejores que todos los demás, pero tampoco peores. Al igual que quienes nos rodean, tenemos puntos fuertes y débiles, pero vamos progresando. Es un alivio aceptar la normalidad.
Que guarde una perspectiva realista acerca de mí mismo.