Preocuparnos en la justa medida
«Enséñanos a preocuparnos y a no preocuparnos. Enséñanos a quedarnos quietos». 1
Sabemos que Dios se preocupa por nosotros y tratamos de darle a las personas que amamos los cuidados que Él quiere que les demos. Sin embargo, a veces nosocupamos y nos preocupamos tanto, ya sea por nosotros mismos o por los demás, que nos olvidamos de escuchar a nuestro Poder Superior.
Para poder trabajar la parte espiritual del programa, necesitamos pasar un rato asolas en silencio escuchando la voz interior. Necesitamos de un rato de soledada diario, para ponernos en contacto con el centro de nuestro ser.
Cuando estamos en sintonía con nuestro Poder Superior, somos capaces de darnos a aquellos que son importantes para nosotros. Nuestras preocupaciones caen en su justo lugar y nos liberamos de la preocupación egoísta. Nuestras acciones se vuelven más efectivas y nuestros corazones más abiertos a las necesidades de los que amamos.
Enséñanos a preocuparnos.