Camaradería
El comer compulsivamente en exceso es una actividad solitaria. Entre más comemos, más nos aislamos de los demás y más enajenados y distintos nos sentimos. Necesitamos a la gente, pero no nos gustamos a nosotros mismos, y tenemos miedo de que los demás nos rechacen.
¡Qué alivio encontrar un grupo de gente con los mismos problemas y sentimientos! Ahí se nos acepta, se nos comprende y se nos ama. Descubrimos que, después de todo, no somos tan diferentes.
La camaradería de CCA transpira una sensación de calidez y apoyo. El grupo es un lugar seguro dónde quitarse la máscara y expresar sentimientos con honestidad. Ahí hay curación y fortaleza. Las reuniones y retiros nos han dado a muchos una experiencia más profunda de pertenecer de la que hayamos encontrado en ningún otro lado. A todos nos aceptan como somos y es ahí donde nos encontramos con nuestro desarrollo personal.
En CCA nadie nos dice qué hacer. A través de la camaradería aprendemos lo que les ha funcionado a otras personas, a la vez que encontramos alivio a nuestra soledad.
Señor, bendice nuestra camaradería