Las reuniones
Hemos comprobado que solos no podemos controlar nuestra manera de comer. A través de CCA hemos encontrado un método que funciona si seguimos el programa. Si somos negligentes para asistir a las reuniones, volveremos a caer en nuestra propia debilidad.
Las reuniones de CCA son las que nos dan la esperanza y el entusiasmo que necesitamos para seguir el programa. La camaradería y la participación que existen en el grupo nos dan fuerza y nos alienta. En tiempos difíciles, la mayoría descubrimos que entre a más reuniones asistamos, más capacitados estaremos para afrontar la mala racha.
Cuando no tenemos ganas de acudir a una reunión, es porque está tratando de emerger a la superficie nuestro viejo hábito de comer en exceso. Nunca nos curamos de nuestra enfermedad como tampoco superamos nuestra necesidad de fortaleza, camaradería y amor que recibimos en las reuniones de CCA.
Doy gracias por CCA.