Resbalones

Cada vez que cedemos ante nuestro gigantesco apetito y abandonamos el programa, nos resulta tan difícil volver a él como cuando lo comenzamos por vez primera. Si olvidamos que somos comedores compulsivos y pensamos que podemos manejar un poco de comida extra como la gente “normal”, nos estamos engañando a nosotros mismos. Para nosotros, un bocado extra invariablemente lleva a otro, y de esta manera es como caemos de nuevo en la desesperación.

Entre más tiempo esperemos para intentar de nuevo la abstinencia, más difícil resultará. Cuando resbalamos, nos invade la sensación de que no hemos sido perfectos, y seguimos comiendo demasiado, como una forma de castigarnos a nosotros mismos, ya que de todos modos nuestro plan alimentario quedó atrás.

En caso de ser víctimas de un resbalón, necesitaremos sobreponernos a él. Debemos pensar que ya pasó y quedó atrás. No podemos remediarlo, pero sí podemos dejar de comer en este momento y volver a la abstinencia. No necesitamos esperar a que empiece un nuevo día. En todo momento tenemos la alternativa de abstenernos o de comer en exceso. ¿Qué escoges tú en este momento?

Que escoja abstenerme hoy siempre.

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