Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

21 JUNIO

«TEMOR Y FE»

El lograr liberarse del miedo es una empresa para toda la vida, empresa que nunca se puede terminar completamente. Al vernos asediados ferozmente, seriamente enfermos, o en otras circunstancias de gran inseguridad, todos nosotros reaccionaremos a esta emoción — de buena o mala forma, según el caso. Sólo el que se engaña a sí mismo pretenderá estar completamente libre del miedo.

— COMO LO VE BILL, p. 263

Por no haber tenido suficiente fe, el temor me ha causado sufrimientos. Hay ocasiones en que el temor me destroza, justamente cuando estoy experimentando sentimientos de alegría, felicidad y gozo del corazón. La fe —y un sentimiento de dignidad ante un Poder Superior— me ayuda a soportar la tragedia y el éxtasis. Cuando opte por entregar todos mis temores a mi Poder Superior, seré libre.

Del libro Reflexiones diarias
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COMIENZO DEL VERANO

Después me entra miedo porque me analizo en mis reacciones y observo que son desmedidas, parecen un volcán en erupción porque salen con fuerza, sin rumbo, y pierdo el objetivo; entonces comienzo a lidiar con la culpa por las dificultades que surgen, lo que me causa una mayor inseguridad porque empiezo a notar que se ha perdido la tranquilidad y entonces me da miedo el proceso para volver a establecer la armonía en mí y en quienes me rodean.

La Reflexión del Día de hoy me hace repasar los temas de Dificultades, Fe, Poder Superior; Temor que menciona el libro Tal Como la Ve Bill cuando se refiere a la cápsula 263 de “El Miedo y La Fe” que textualmente dice: El lograr liberarse del miedo es una empresa para toda la vida, empresa que nunca se puede terminar completamente. Al vernos asediados ferozmente, seriamente enfermos, o en otras circunstancias de gran inseguridad, todos nosotros reaccionaremos a esta emoción – de buena o mala forma, según el caso. Sólo el que se engaña a sí mismo pretenderá estar completamente libre del miedo. [Revista Grapevine de Enero 1962]

Nos dimos cuenta, por fin, de que la fe en alguna clase de Dios era parte de nuestra manera de ser. Algunas veces tuvimos que buscar con perseverancia, pero allí estaba El. El era un hecho tan real como lo éramos nosotros. Encontramos la Gran Realidad en lo más profundo de nosotros mismos. [Libro Grande, Capítulo Cuarto, Nosotros Los Agnósticos]
La inseguridad en mí muchas veces se muestra en una forma de ira desmedida porque el miedo de perder lo que tengo, de no lograr lo que deseo, de no poder controlar una situación, de no aceptar que se lastime a los que tengo cerca me hace explotar y aunque en lo aparente lo primero que se ve es enojo, en el fondo se trata de miedo porque pierdo la fe en que Dios, como yo lo concibo, ponga las cosas en orden y sea Él quien se haga cargo pues cuida de mi voluntad y de mi vida, e incluso de las de mi esposa, hijos y personas que quiero aunque a veces ellos no lo pidan ni lo sepan.

Después me entra miedo porque me analizo en mis reacciones y observo que son desmedidas, parecen un volcán en erupción porque salen con fuerza, sin rumbo, y pierdo el objetivo; entonces comienzo a lidiar con la culpa por las dificultades que surgen, lo que me causa una mayor inseguridad porque empiezo a notar que se ha perdido la tranquilidad y entonces me da miedo el proceso para volver a establecer la armonía en mí y en quienes me rodean.

Cuando detecto y admito tengo que tener la fe suficiente y el valor para corregir, mas hacerlo con humildad, con compasión, con comprensión y con un espíritu de perdón para poder restablecer la serenidad que requiero para que mi vida fluya dentro de los principios espirituales, entonces tengo que pedirle a Dios que elimine mis defectos de carácter aunque sea por un momento y de instante en instante que pido lo haga poder pasar los momentos de dificultad; sin embargo si no tengo la fe suficiente en que Dios se hará cargo de mis dificultades y que es quien elimina mi temor, difícilmente sucederá. Entonces me recuerdo a mí mismo que el miedo, temor, inseguridad es una traición a Dios porque pierdo la fe en Él y pretendo que el dios de mi razón sea quien “arregle” las situaciones.

En estos casos he aprendido que la humildad de pedir ayuda, de compartirlo con un compañero alivia porque hace puente de comprensión conmigo y entonces puede regalarme su experiencia, y a través de ello puedo recibir alguna guía del Poder Superior, así es que para estos casos he recibido la sugerencia de decir la siguiente oración: Dios, ten piedad y misericordia de mí, no permitas que nada me aparte de Ti.

Al comenzar a decirlo me he tranquilizado y he podido ponerme en un estado que me permita solicitar la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que sí puedo; y Sabiduría para discernir la diferencia, puesto que muchas dificultades las podré evitar y podré darles otro sentido sí tengo esta aceptación clara de que hay cosas y situaciones que no están en mi control cambiar; así como en otras que sí puedo cambiar debo saber que el valor no implica agresividad sino que debe ser con trato suave así como con firmeza amor adulto en las decisiones.

Así mismo comienzo a hacer oración para pedir guía y busco un momento de meditación para escuchar la respuesta; aunque tengo que reconocer que en momentos en que he tenido un disturbio emocional a veces no se qué es lo que tengo que escuchar, mas aún en este caso el lograr tranquilizar y serenar mi espíritu y mi mente es de gran utilidad.

Dios todo lo puede y en eso pongo mi fe porque me ha mostrado como me ha arrebatado la obsesión por la bebida, la negación para seguir consumiendo y me ha regalado Su poder para cargar mi enfermedad de la adicción. Entonces si algo que es incurable, progresivo y mortal puede ser suspendido y corregido por Dios puedo decidir confiar en que Él puede quitarme el miedo y resolver lo que yo no puedo.

Felices 24 horas sin temor y con fe.

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