NO ME GUSTA, PERO LO NECESITO
EN ALANON HE APRENDIDO QUE HAY UNA DIFERENCIA ENTRE LO QUE ESPERO Y LO QUE NECESITO
«No todo puede girar alrededor de mis gustos y preferencias» es una frase que escuché decir a mi padrino muy a menudo cuando iniciamos nuestras pláticas. No lo recuerdo claramente, pero considerando lo obsesivo y desesperado que yo estaba en ese momento, creo que fue porque yo era insistente en no poder aceptar la situación que estaba viviendo. ¡No era posible que eso me estuviera pasando! Nunca me ha sido fácil aceptar lo que no me gusta, aunque sea benéfico. De niño no me gustaba tomarme medicinas amargas y sigo igual. Lo que necesito no necesariamente es lo que me gusta. Y tampoco lo que me gusta es necesariamente lo que necesito. Cuando recibo lo que necesito pero no es lo que quiero, entonces racionalizo para encontrarle defectos y justificar el abandonarlo. Cuando recibo lo que quiero pero no es lo que necesito, igual racionalizo pero esta vez para encontrarle ventajas y justificar retenerlo. ¿Cómo mejorar si mantengo lo que me enferma y rechazo lo que me sana? Esa contradicción revela claramente mi falta de sano juicio.
Quisiera que todo marchara de acuerdo a mis gustos. Asumo que sé exactamente lo que necesito y necesitan los demás. Es una actitud egocéntrica y peligrosa considerando mis grandes limitaciones. Recuerdo una película cómica donde Dios le daba sus poderes a alguien que se vivía quejando de la vida y que estaba seguro que si las cosas salían conforme a sus deseos, todo sería mejor. El resultado fue desastroso. Al final tuvo que aceptar su propia incapacidad y aceptar que las cosas se dieran a la manera de Dios. No dudo que si me viera en la misma situación de ese inconforme causaría (y ya los he causado con mi rebeldía) desastres. He tenido que admitir que mi gusto no necesariamente me llevará a buscar lo mejor y que es mi deber someterme a una inteligencia superior. Sigue y seguirá sin agradarme el recibir cosas que no me gustan, pero al menos ya puedo disponerme para aceptarlas y esperar con fe el resultado
NO ES MAS RICO EL QUE MAS TIENE, SINO EL QUE MENOS NECESITA ( reflexionar sobre este refran, tiene bastante miga)
DISFRUTA TU CAFÉ
Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas, acerca del interminable ‘stress’ que les producía el trabajo y la vida en general.
El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas. Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café, recién preparado.
Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta, con mucha calma y paciencia… se dirigió al grupo:
“Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas, de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere, lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos… al ¡stress! Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar… las tazas, de los demás.”
Y continuó diciendo:
“Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos… no define ni cambia realmente… la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza… dejamos de disfrutar el… café. La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino ¡la que hace lo mejor, con lo que tiene! Y recuerden que: la persona más rica no es la que tiene más, sino la que menos necesita
CUANTAS NECESIDADES TENGO DE VERDAD Y CUANTAS INVENTADAS, CONDICIONADAS, NO REALES