Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
6 MAYO
“NO ESCONDER NADA”
Lo realmente decisivo es tu buena disposición para confiar en otra persona y la total confianza que deposites en aquel con quien compartes tu primer inventario sincero y minucioso… Con tal que no ocultes nada, cada minuto que pase te irás sintiendo más aliviado. Las emociones que has tenido reprimidas durante tantos años salen a la luz y, una vez iluminadas, milagrosamente se desvanecen. Según van desapareciendo los dolores, los reemplaza una tranquilidad sanadora.
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 58-59
Cuando empecé por primera vez a asistir a reuniones de A.A., comenzó a desarrollarse una pequeña semilla de sentimientos aprisionados y entonces el conocimiento de mí mismo se convirtió en una tarea de aprendizaje para mí.
Este nuevo conocimiento acarreó un cambio en mis reacciones a las situaciones de la vida. Me di cuenta de que tenía el derecho de tomar decisiones, y la dictadura de mis hábitos personales lentamente iba perdiendo su fuerza.
Creo que si busco a Dios puedo encontrar una mejor manera de vivir y diariamente le pido a Él que me ayude a vivir una vida sobria.
Del libro Reflexiones diarias
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En mi vida he cargado con hechos y actos que me han marcado, que he guardado, que he tergiversado y que he utilizado para autoconmiserarme así como para ensoberbecerme, así como otros que considero tan deleznables que he callado.
El Quinto Paso, en el cual comparto mi vida y quedo expuesto, primero que nada ante mí mismo, por eso el recelo inicial de no querer manifestárselo a nadie pues, habiendo hecho un trabajo auténticamente sincero, puedo darme cuenta de cómo soy y con toda seguridad al expresárselo a Dios y a otro ser humano podrán hacerme notar naturaleza exacta y defectos que, consciente o inconscientemente, haya dejado de lado.
Dentro del grupo he escuchado muchas ocasiones la discusión de si solamente debe hacer un Cuarto Paso o varios, lo que deriva en si solamente debo dar un Quinto Paso o varios, y al leer la quinta sugerencia no cabe duda de que debo hacer varios, pues en la glosa del paso me dice que comparto mi “primer inventario sincero y minucioso”, lo que no de deja lugar a dudas y además me inserta en el camino de no esconder nada en mi recuperación, ya que en mi caso personal tengo la intención de ser completamente honesto, honrado y sincero al compartir mi experiencia, mis pensamientos, mis sentimientos en fin lo que sucede en mi vida exterior e interior porque de esta forma voy reduciendo mi ego al reconocer que necesito ayuda, voy adquiriendo algo de humildad al admitir que Dios es quien me da el sano juicio y quien cuida de mi vida y de mi voluntad, voy teniendo una propia y más completa concepción de mi Dios, voy aceptando que mi Poder Superior es quien se hace cargo de mi enfermedad y que se manifiesta por conducto de mis compañeros, de mis padrinos, de terapeutas, de consultores, de los demás.
En mi vida he cargado con hechos y actos que me han marcado, que he guardado, que he tergiversado y que he utilizado para autoconmiserarme así como para ensoberbecerme, así como otros que considero tan deleznables que he callado; y que con gracias a ir dando cada uno de los Doce Pasos, de ir a juntas, de subir a tribuna, de acudir a tratamiento continuo y darle prioridad a mi recuperación es que he podido ir expresando y soltando, de esta forma me he ido liberando y sobre todo perdonando porque, precisamente por mi ego comencé a infligirme un dolor y sufrimiento mayor puesto que no era posible que yo fallara, que yo consumiera, que yo tuviera tantos errores en mi vida, en fin que estuviera en garras de mi enfermedad de la adicción, entiendo que esta parte de mi orgullo y vanidad malsanas no me permitían pedir ayuda mucho menos expresar aquello que me daña y con menor razón aquello que me ha hecho sufrir y ha infringido dolor, sufrimiento, vergüenza, desesperación, angustia inmensas.
Al comenzar a trabajar nuevamente mi Primer Paso, pude ir soltando todo aquello que me estorbaba, tuve que subrayar enfáticamente lo siguiente: “Sabemos que son pocos los beneficios que un alcohólico que ingrese en A.A. puede esperar, si no ha aceptado, desde el principio, su debilidad devastadora y todas sus consecuencias. Mientras no se humille así, su sobriedad -si es que la logra- será precaria.” Lo hice porque reencontré el hecho de que soy débil, soy impotente y que si no acepto, externo y comparto, con Dios y otro ser humano, todas mis consecuencias que derivan de la naturaleza exacta de mis defectos y que debo poner con toda claridad en mi inventario moral, es muy difícil que logre la sobriedad, la auténtica que implica abstinencia y equilibrio emocional, porque es factible tapar la botella, dejar de consumir e incluso tener algunos cambios de conducta mas sin embargo si yo no trabajo con honestidad este inventario moral minucioso, sincero y exhaustivo es probable que vuelva a agarrarme la mano ese salteador rapaz, porque la sustancia es un enemigo sutil que fácilmente me atrapa pues mi enfermedad de la adicción es astuta, desconcertante y poderosa, por lo que intentar hacerle frente sin ayuda es demasiado para mí, y solamente hay un ser que tiene todo el poder, en mi caso Dios, para que se haga cargo de mi enfermedad de la adicción y por tanto de mis emociones negativas, entendiendo que para ello utiliza el conducto de mis iguales.
Al reconocer que soy impotente, me dí cuenta que acepto que no puedo solo y entonces es natural que tenga que trabajar con otros enfermos de adicción como yo para que me ayuden, me tiendan la mano y a través de ellos pueda ir conociendo la Voluntad de Dios para mí, y percibiéndolo así va adquiriendo total sentido el hecho de que exponga ante Dios y otro ser humano mi inventario, lo cual, en mi caso personal, fue sucediendo desde antes de dar siguiera el Primer Paso.
Para mí compartir sin esconder nada, es la forma de ir aprendiendo a hablar con una oración auténtica a Dios y que me permite la reconciliación conmigo mismo y con los demás al manifestarlo para que lo escuche otro ser humano, pues al mismo tiempo que yo voy curando esas heridas voy haciendo puente de comprensión con otro alcohólico y/o adicto que puede beneficiarse mi experiencia e incluso, como me pasó a mí, va adquiriendo la determinación y el valor de hacer su inventario moral y ser capaz de compartirlo por primera vez, sabiendo que es un trabajo para toda la vida.
Mi padrino me dijo un día que una vez que avanzara en el Programa de recuperación me sugería hacer un Cuarto Paso cada seis meses, es una buena costumbre si además adquiero el hábito de hacer mi Décimo Paso diariamente, pues podrá detectar, admitir y corregir mis errores para tener la humildad de estar dispuesto y pedir a Dios que elimine mis defectos de carácter, por estas veinticuatro horas.
Confiar es algo que no tenía hasta que comencé a practicarlo en esta Fraternidad del espíritu, nunca me ha fallado, y el resultado ha sido adquirir la fortaleza para vivir con serenidad, valor y sabiduría, sólo por hoy.
Felices 24 horas sin reprimir nada con confianza.