Por el día de hoy
Este programa solamente lo podemos seguir de día en día. La abstinencia de mañana se cuidará por sí misma si guardamos la abstinencia hoy. Preocuparnos por el futuro a largo plazo nos hace perder la confianza. Pase lo que pase, podremos superarlo si lo afrontamos “por el día de hoy”.
Preocuparnos por la posibilidad de que tendremos hambre la próxima semana destruye la serenidad que tenemos hoy. El proyectarnos hacia las tareas del futuro produce una tensión innecesaria. Imaginar cómo reaccionará alguien ante algo que podamos decir mañana causa una ansiedad innecesarias y nos roba del aquí y del ahora.
Nuestro Poder Superior está con nosotros ahora, hoy mismo. Si aprendemos a conocerlo en el presente, crecerá nuestra fe de que Él estará con nosotros en el futuro. Él nos da hoy la fortaleza para conservar la abstinencia, y eso es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos. Por el día de hoy, salimos de la oscuridad a la luz.
Gracias por el día de hoy.