Tan sólo orar
En el Paso Once pedimos que “nos deje conocer Su voluntad y nos dé la fortaleza para cumplirla”. ¡Cómo simplifica eso nuestra plegaria! No tenemos que preocuparnos por pedirle las cosas correctas de la manera correcta. Simplemente rezamos pidiendo conocer la voluntad de Dios y que nos dé fortaleza para cumplirla.
Este Paso se relaciona estrechamente con el Paso Tres, ya que le estamos dejando a Dios las decisiones. Él sabe mejor que nosotros lo que nos conviene hacer y tener. Nos ponemos a disposición de Su dirección sin añadir condiciones y cláusulas acerca de lo que haremos o no.
Este tipo de oración nos libera de mucha preocupación y ansiedad. Aceptamos la abstinencia como la voluntad de Dios para nosotros, ya que sin la abstinencia somos impotentes para hacer muchas cosas. Y aún más, nos preparamos para vivir cada día tal como nuestro Poder Superior nos lo manda, confiando en que Él nos mostrará Su voluntad y nos dará la fortaleza que necesitemos.
Señor, esta es mi plegaria.