No te anticipes
Nos desgastamos innecesariamente cuando invertimos nuestra energía anticipando el futuro en vez de vivir en el presente. Anticipar cosas malas obviamente va en detrimento de nuestra serenidad. También es inútil, ya que la mayoría de las cosas por las cuales nos preocupamos nunca suceden. Incluso si algunas de ellas llegaran a ocurrir, es mucho más fácil lidiar con desastres reales que con los imaginarios.
Anticipar satisfacciones futuras también puede ir en detrimento de nuestra serenidad. Si estamos viviendo para un evento o condición que aún está por venir, no estamos completamente vivos para lo que está sucediendo ahora. Quizá podamos construir en nuestras mentes algún placer futuro a un grado tan irreal que el suceso real tienda a ser decepcionante.
Aceptar el aquí y el ahora es lo que asegura nuestra cordura y nuestra serenidad. Con la ayuda de nuestro Poder Superior la realidad nunca supera lo que podemos manejar. Lo que es irreal y peligroso es la anticipación de nuestro futuro.
Que viva hoy y te deje a Ti el futuro.