No somos tapetes
Al trabajar los Doce Pasos aumenta el respeto por uno mismo. El abstenernos decomer en forma compulsiva nos da nueva confianza en nosotros mismos. Ya no nos sentimos superiores ni inferiores, sino que tomamos nuestro lugar sintiéndonos iguales a los que nos rodean.
Muchos de nosotros solíamos dejarnos manipular porque nos faltaba autoestima. Quizá también tratamos de manipular a los demás. Una vez que elaboramos uninventario y nos liberamos de culpas y defectos del pasado, nos embarcamos enuna nueva forma de vida. Al igual que no tratamos de controlar la conducta deaquellos con quienes vivimos, tampoco les permitimos controlar la nuestra.
Somos responsables de nuestro Poder Superior y responsables de nuestras propias acciones. Buscamos oportunidades para servir y dar libremente lo que se nos ha dado. Respetamos la nueva vida que Dios ha querido darnos, y nuestra intención es usarla tal como Él nos la dicta. A veces es necesario para nuestrarecuperación decir «no» a peticiones y exigencias que interfieren con nuestroprograma y lo ponen en peligro.
Gracias, Señor, por la autoestima

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