Una rigurosa honestidad
A medida que seguimos el programa CCA, descubrimos que no podemos ser rigurosamente honestos acerca de lo que comemos a menos que lo seamos acerca de nuestras otras acciones. Una vez que nuestro Poder Superior se hacer cargo de nuestra vidas, ocurre una limpieza general. Gradualmente, nos vamos dando cuenta que tenemos que abandonar las actitudes y actividades que minan nuestra integridad.
El proceso de limpieza puede ser doloroso. Implica enfrentar aspectos de nosotros mismos que preferiríamos que permanecieran ocultos: nuestra dependencia, orgullo, egoísmo, avaricia. Con frecuencia, el sexo y el dinero son áreas en las cuales necesitamos revisar nuestras actitudes y prácticas. Lo que estamos haciendo es cambiar de una postura egocéntrica a una postura centrada en Dios, y el cambio no siempre es suave.
Una honestidad rigurosa exhibe las relaciones perjudiciales tal como son. Ilumina nuestras motivaciones, que no siempre son las mejores. Al amor y cuidado de nuestro Poder Superior nos sirve de apoyo mientras se exhiben nuestras debilidades. Por medio de Su poder curativo, nos fortalecemos y sanamos.
Concédeme la capacidad para practicar una rigurosa honestidad en todas las área de mi vida
comentario 2014
Para poder decir algo de otra persona hay que tener primero la casa de uno bien limpia. Estoy descubriendo todas las ventajas que tiene la honestidad en mi vida