Adicción positiva
Cuando parece ser que tenemos un tipo de personalidad adictiva, podemos hacer que esta característica funcione en nuestro favor en vez de en nuestra contra. Podemos desarrollar hábitos que mejoren nuestra vida, es decir, adicciones positivas.
El programa de CCA es un ejemplo de adicción positiva. Nos habituamos a escribir un plan de alimentación, a asistir a las reuniones, a hacer llamadas telefónicas, a trabajar el programa. Reemplazamos la adicción negativa a la compulsión de comer con el compromiso positivo a la abstinencia.
Otras actividades que realizamos regularmente asumen el carácter de hábitos positivos. El ejercicio es una rutina saludable. Los pasatiempos y una autoexpresión creativa pueden ser parte habitual de nuestra agenda cotidiana. Siempre que elijamos una actividad que sirva para mejorar nuestra vida y la llevemos a cabo de manera regular hasta que se convierta en un hábito establecido, estamos usando nuestra tendencia adictiva de manera constructiva, no destructiva.
Gracias, Señor, por las adicciones positivas.