Nuestro barómetro
Cuando nos descubrimos preocupados pensando en comida, sabemos que algo anda mal. Nuestra obsesión actúa como un barómetro para medir la presión emocional. Si no estamos sintonizados con nuestro Poder Superior, si nos están rebasando la duda, el resentimiento y el egoísmo, entonces empezarán a aflorar los síntomas de nuestra enfermedad. Es tiempo de detenernos y hacer un inventario.
Las experiencias que otros comedores compulsivos comparten con nosotros nos dan una comprensión acerca de nuestra propia conducta. Obtenemos una visión más clara de nuestros defectos y estamos menos proclives a culpar a las circunstancias externas por nuestras heridas y dificultades.
Si nos estamos obsesionando otra vez con la comida, o si empezamos a racionalizar las desviaciones de nuestro plan de alimentación, necesitamos examinar cuidadosamente nuestra vida emocional y espiritual. Algo no embona. Concentrarse en los Pasos Diez y Once es particularmente importante cuando los pensamientos y la conducta compulsivos nos indican que algo anda mal.
Hazme sensible al estado de mi salud emocional y espiritual, te lo ruego

error: Content is protected !!