Tiempos difíciles
Necesitamos la abstinencia especialmente cuando debemos hacer cosas difíciles. Sabemos por experiencia que guardarla es la única manera de sentirnos bien y de lidiar efectivamente con las situaciones.
Antes, recurríamos a la comida para darnos fuerzas y apuntalarnos durante los tiempos difíciles. Invariablemente comíamos demasiado y éramos mucho menos capaces de manejar la situación complicada. La comida se volvía entonces un escape, y a veces terminábamos no haciendo nada por resolver un problema, ya que habíamos comido hasta el olvido.
Ahora sabemos que, en vez de darnos fuerzas, comer de más nos incapacita. No importa qué tan difícil sea el problema que encaramos, sabemos que ingerir comida innecesaria eventualmente lo empeorará.
Hemos llegado a creer que, pase lo que pase, nuestro Poder Superior nos dará la fuerza que necesitamos si confiamos en Él.
Señor, que confíe yo en Ti, en vez de en la comida.