Conflictos
Estar vivos es tener conflictos. Tenemos desacuerdos con otras personas y conflictos con nosotros mismos. Con frecuencia, las cosas que queremos son mutuamente excluyentes, por ejemplo, más dinero y más tiempo libre, más comida y menos kilos.
Nuestro Poder Superior no nos promete liberarnos de los conflictos, por lo menos, no en esta vida. Como todos los organismos vivos, luchamos con fuerzas que se oponen. A menudo, nuestra forma excesiva de comer es un intento por escapar de los conflictos que deberíamos afrontar. A veces necesitamos ser más asertivos con los que nos rodean en vez de tratar en vano de suprimir con comida una justificada indignación. Hay veces en que necesitamos luchar por lo que legítimamente nos corresponde.
No siempre podemos resolver nuestros conflictos internos sin haber librado una larga y penosa batalla. Con frecuencia se necesitan tiempo y madurez para apreciar un problema en su justa perspectiva. Con algunos problemas tenemos que luchar mientras vivamos. Tener fe en la luz, aunque no podamos verla, hace soportable nuestra oscuridad.
Señor, ilumina nuestras tinieblas