Esos días malos
Hay días en que nos levantamos presintiendo por medio de nuestro sexto sentido que ése, en particular, será difícil. Otros, en que nos cuesta trabajo levantarnos de la cama, cuando preferiríamos no afrontar lo que nos espera. No hay manera de evitar esos días; debemos vivirlos lo mejor que podamos.
Nuestra herramienta más útil para superar un día difícil es la abstinencia. Nada es imposible cuando nos abstenemos de comer en forma compulsiva. A menudo nuestro problema no radica en los eventos externos del día, sino en reconocer una parte de nosotros mismos que estaba oculta y había sido reprimida. Nos resistimos a encarar honestamente lo que nuestro Poder Superior nos está revelando acerca de nuestra vida interior.
Cuando nos decidimos a no escapar comiendo, terminamos ese difícil día siendo más fuertes que antes. De esta forma reforzamos nuestra nueva manera de vivir, que consiste en entregarle nuestras situaciones difíciles a nuestro Poder Superior y luego actuar conforme Él nos guíe, paso a paso.
Que esté más cerca de Ti durante los días malos.