Resentimientos
Cuando nos aferramos a los resentimientos, nos envenenamos a nosotros mismos. Los comedores compulsivos no nos podemos dar el lujo del resentimiento, ya que éste exacerba nuestra enfermedad. Si no nos deshacemos de nuestra ira y amargura, sufriremos más que nadie. A la larga, el buscar venganza nos hará daño.
Muchos hemos llevado a cuestas viejas rencillas que nos hacían comer cuando nos acordábamos de ellas. No necesitamos la comida ni tampoco las rencillas. Cuando abandonamos los resentimientos, nos sentimos mucho más ligeros de cuerpo y de espíritu. Ahora que hemos encontrado a CCA, tenemos una forma de deshacernos del rencor y de la indignación que nos han estado envenenando.Es esencial hacer un inventario y reparar los daños para poder enterrar el resentimiento. Primero necesitamos estar conscientes de ellos antes de poderlosdesterrar. Por lo general se necesitan seguir estos pasos una y otra vez, cadavez que un material negativo amenace nuestro bienestar físico, emocionalespiritual.
Señor, llévate mis resentimientos.