Abstenerse es vivir
Si no nos abstenemos de comer en forma compulsiva, no vivimos, meramente sobrevivimos. Sin la abstinencia, se desvanecen la alegría y la creatividad, y sólo nos queda el esfuerzo que implica vivir día con día. Recordamos la desesperación que es vivir sin el programa CCA, y nos sentimos agradecidos de que se nos haya brindado un alivio temporal a nuestra antigua aflicción.
Abstenernos es lo que hacemos día a día para poder vivir la vida que nuestro Poder Superior quiere que tengamos. Tenemos días buenos, días malos y días mediocres. Mientras nos abstengamos de la compulsión de comer, seremos capaces de aceptar los cambios en nuestros estados de ánimo y en los eventos del día con serenidad interior. Progresamos en nuestras actividades y en nuestra comprensión de las cosas. Estamos vivos a las posibilidades de cada momento.
La abstinencia requiere que elijamos una satisfacción a largo plazo en vez de una indulgencia de corta duración. Abstenerse es caminar con nuestro Poder Superior tal como El nos lo muestra.
Gracias por el poder para abstenernos.