Seguir las reglas
Cuando comíamos en forma compulsiva, pensábamos que nosotros podíamos fijar nuestras propias reglas. Creíamos que teníamos derecho a comer lo que quisiéramos cuando se nos antojara. El resultado fue el caos. Descubrimos que vivir de acuerdo con nuestra propia voluntad no funcionó.
El compromiso para con el programa CCA implica estar dispuesto a aceptar una serie de reglas que uno no inventó. Seguir los lineamientos de la abstinencia es lo que nos permite controlar nuestra enfermedad. Cuando ignoramos la disciplina que les ha funcionado a los demás e insistimos en hacer las cosas a nuestro modo, disminuyen nuestras probabilidades de recuperación.
Las reglas de la abstinencia –tres comidas medidas al día, nada entre comidas, evitar los alimentos que nos inducen al atracón, tener un plan alimentario definido- son los medios para lograr la libertad. Rebelarse en su contra es demorar o impedir nuestra liberación de la manera compulsiva de comer.
Señor, te pido honestidad para seguir las reglas