Vive un día a la vez
«Más vale paso que dure y no trote que canse». En el pasado tuvimos problemasporque pensamos que teníamos que programar para siempre el resto de nuestrasvidas. Eso no funcionó.
Únicamente tenemos que lidiar con los problemas y las alegrías de hoy. Si tratamos de ver demasiado adelante, perdemos contacto con la realidad del aquí yel ahora. El Señor nos hace saber lo que necesitamos saber cuando necesitamossaberlo.
Lo que parece imposible si se ve en su totalidad -escribir un libro, mandar alos hijos a la universidad, guardar abstinencia el resto de nuestras vidas- sehace manejable cuando se va logrando paso a paso, día con día.
Muchas de las cosas que nos preocupan nunca suceden. Cuánto mejor es concentrar nuestras energías en las demandas y en los retos reales de hoy, porinsignificantes que parezcan. Cuando le entregamos nuestra vida a nuestro PoderSuperior, confiamos en que Él manejará el plan maestro y nos dirigirá en lospequeños detalles de la vida día con día.
Muéstrame, Señor, como vivir mejor cada día. Te dejo a Ti el resto de mis días.