Planeación
En nuestro grupo hay un dicho que dice que si fracasamos al planear, planeamos fracasar. Si no tenemos un plan de alimentación diario, somos vulnerables al ataque del impulso y de los viejos hábitos.
La mayoría hemos descubierto que necesitamos escribir nuestras tres comidas. Muchos seguimos reportándoselas a nuestro padrino, incluso después de los 21 días iniciales de abstinencia. Luego, ya podemos dedicarnos a nuestras actividades del día si preocuparnos qué vamos a comer. Nos sentimos libres de vivir sin la obsesión por la comida.
A menudo, nuestro orgullo se crece ante la idea de hablarle a otra persona para pedirle ayuda. No queremos comprometernos con un plan de alimentación. Recordemos que ya hemos tratado de hacerlo a nuestra manera y esa vieja costumbre no funcionó. Dispongámonos a intentar una nueva forma que le ha funcionado a cientos de miembros de CCA que ahora tienen un peso normal.
Señor, por Tu gracia, que pueda seguir hoy mi plan de alimentación