Estar dispuestos
Cuando comíamos en exceso, éramos negativos y nos sentíamos temerosos. Alternábamos entre evitar el trabajo y sentirnos responsables de todo el mundo y de todas las cosas. Una parte importante de nuestra recuperación es la disposición: estamos dispuestos a cambiar, dispuestos a abstenernos, dispuestos a aprender. A medida que vamos trabajando el programa, nos disponemos a que nuestro Poder Superior nos libere de nuestros defectos de carácter.
Todo esto no ocurre de la noche a la mañana. Cuando nos desalentamos y cometemos errores, estamos dispuestos a probar de nuevo, a seguir la guía de nuestro Poder Superior. A medida que vamos teniendo la evidencia de Sus cuidados, empezamos a confiar en que Él no nos pedirá más de lo que somos capaces de hacer.
Estar dispuestos es estar listos para dejarnos guiar por Dios. No brincamos prematuramente dentro de las situaciones como tampoco cerramos nuestras mentes, rehusándonos al cambio. Estamos dispuestos a crecer y a servir pero, especialmente, a creer.
Señor, incrementa mi disposición.