Precisión
Para lograr el éxito de nuestro programa, muchos de nosotros hemos descubierto que es importante ser precisos al medir y pesar la comida. Por experiencia sabes que el descuido y la pereza nos llevan a hacer trampas y a darnos un atracón.
Una cucharada o unos gramos aquí y allá podrán no parecer importantes, pero pronto pueden convertirse en una porción extra. Luego es fácil pensar que, como no hemos seguido rigurosamente nuestro plan, bien podemos proseguir y faltar a él realmente.
Hay circunstancias en las cuales es imposible pesar y medir; cuando es así, calculamos las raciones lo mejor que podemos. Sin embargo, para la mayoría de nosotros, las más de las veces sí es posible medir y pesar con exactitud, lo que se traduce en una invaluable ayuda para guardar la abstinencia. Cada vez que no comemos esa cucharada extra de zanahorias y nos abstenemos de esos gramos más de carne, nos hacemos más fuertes. Es siempre ese primer bocado extra la desgracia del comedor compulsivo. Si somos cuidadosos y precisos al medir, podremos abstenernos de ese primer bocado extra.
Precisión es honestidad.
Señor, hazme honesto conmigo mismo.