Nuestro guía interno
En una situación de crisis no podemos fiarnos de otra persona, o de un libro, o de alguna fuente externa para que nos diga qué hacer. Quizá tengamos que actuar inmediatamente, y tal vez no hay una ayuda exterior disponible.
Al ponernos en contacto con nuestro Poder Superior, cultivamos una fuente de fuerza y de dirección internas que nunca nos fallan. Para que podamos recurrir a ella cuando la necesitemos, es necesario que cultivemos en forma habitual el contacto con esta voz interior, pues no es algo que podamos invocar en momentos de emergencia y olvidarla cuando las cosas van bien.
Cada uno de nosotros posee esta fuente interior de fortaleza y apoyo. Si dedicamos unos minutos al día a apartarnos de las distracciones del mundo externo, creceremos en conocimiento espiritual. Cuando las cosas van mal, es esta fortaleza espiritual. Cuando las cosas van mal, es esta fortaleza espiritual que vamos desarrollando por medio de la oración y la meditación diarias la que nos saca adelante.
Que te conozca más claramente cada día