Acepta la abstinencia
La abstinencia no es algo que logramos como un regalo de nuestro Poder Superior. Se nos da constantemente, desde que despertamos por la mañana y durante todos los minutos del día.
Si pensamos que la abstinencia es algo que adquirimos por medio de un tremendo esfuerzo, tendremos miedo de fracasar. Pensaremos en esas semanas, meses y años que tenemos por delante y diremos: “Nunca podré conseguirlo”.
La abstinencia se nos da ahora, cada día, y lo único que necesitamos hacer es aceptarla. No es algo que hacemos para poder bajar cierto número de kilos. Al abstenernos, bajaremos esos kilos, pero cuando lleguemos al peso deseado seguiremos guardando la abstinencia. La abstinencia es nuestra libertad de la manera compulsiva de comer en exceso y el don de una vida nueva.
Gracias, Señor, por la abstinencia

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