Comer “normalmente”
La idea de que algún día podremos comer en forma espontánea, como la gente normal, es una ilusión. Los comedores compulsivos tendemos a pensar que una vez que hemos bajado el exceso de kilos podemos volver a comer “normalmente”. No es así.
De acuerdo con nuestra experiencia, el comedor compulsivo sigue siendo siempre un comedor compulsivo. No hay manera de que alguna vez seamos capaces de comer con normalidad sin meternos en problemas. Cuando alcancemos nuestro peso deseado, seguiremos comiendo tres comidas al día con medida sin ingerir alimentos entre ellas, y evitando por completo la comida que, en lo personal nos lleva a darnos un atracón.
Cuando aceptemos nuestra necesidad permanente de abstinencia, cuando aceptemos el hecho de que nunca podremos volver a lo que considerábamos era una manera normal de comer, entonces podremos dejar de hacer esos intentos irracionales de experimentación que siempre fallan. Al aceptar nuestra enfermedad y aprender a vivir con ella, nos volvemos cuerdos y libres. Sólo así podremos darnos cuenta de que nuestro nuevo plan de alimentación en realidad es muy normal. El viejo hábito compulsivo de comer en exceso es lo que era extremadamente anormal.
Gracias, Señor, por la cordura