Cuentan que, en cierta ocasión, San Francisco de Asís invitó a un fraile joven a que le acompañara a la ciudad, para predicar. Se pusieron en camino y estuvieron por un buen rato recorriendolas calles de la ciudad, saludando con cariño a las personas que encontraban. De vez en cuando, se detenían para acariciar a un niño, consolar un anciano, ayudar a una señora que volvía del mercado cargada de bolsas.Al cabo de un par de horas, Francisco le dijo al compañero que ya era hora de regresar al convento.-¿Pero no vinimos a predicar? –preguntó el fraile con extrañeza.Francisco le respondió con una sonrisa muy dulce: -Lo hemos estado haciendo desde que salimos. ¿Acaso no viste cómo la gente observaba nuestra alegría y se sentía consolada con nuestros saludos y sonrisas?
Sólo es posible educar valores si uno lucha y se esfuerza por construirlosen su propia vida. Con frecuencia, hablamos de valores, proponemos valores,mostramos valores, reflexionamos valores pero no los enseñamos porque no losvivimos, porque no nos comprometemos a encarnarlos en nuestro actuarcotidiano.Padres y maestros deben plantearse, con humildad y con responsabilidad,ir siendo modelos de vida para sus hijos y alumnos, de modo que estos losperciban como personas comprometidas en su continua superación. Sólo podráenseñar valores el que se esfuerza por enseñárselos a sí mismo, el que lucha porlevantarse de sus debilidades y se compromete día a día a ser mejor.En una cultura y un mundo donde niños y jóvenes son bombardeados conpropuestas de modelos huecos, narcisistas y vanos, donde la plenitud se degradaa mero consumir y aparentar, necesitamos transformar profundamente losactuales centros educativos, si queremos realmente incidir en la formación de losalumnos. De meros lugares de enseñanza e instrucción o depósitos de niños y de jóvenes mientras sus padres trabajan, los centros educativos deben concebirsecomo espacios para practicar, vivir y desarrollar los valores que se consideranesenciales para el individuo y la colectividad. Por ello, deben entenderse yasumirse como comunidades de vida, de participación democrática, de diálogo,trabajo y aprendizaje compartido. Comunidades educativas que rompen lasabsurdas barreras artificiales entre escuela, familia y sociedad, en las que seaprende porque se vive, porque se participa, se construyen cooperativamentealternativas a los problemas individuales y sociales, se fomenta la iniciativa, se
Sólo es posible educar valores si uno lucha y se esfuerza por construirlosen su propia vida. Con frecuencia, hablamos de valores, proponemos valores,mostramos valores, reflexionamos valores pero no los enseñamos porque no losvivimos, porque no nos comprometemos a encarnarlos en nuestro actuarcotidiano.Padres y maestros deben plantearse, con humildad y con responsabilidad,ir siendo modelos de vida para sus hijos y alumnos, de modo que estos losperciban como personas comprometidas en su continua superación. Sólo podráenseñar valores el que se esfuerza por enseñárselos a sí mismo, el que lucha porlevantarse de sus debilidades y se compromete día a día a ser mejor.En una cultura y un mundo donde niños y jóvenes son bombardeados conpropuestas de modelos huecos, narcisistas y vanos, donde la plenitud se degradaa mero consumir y aparentar, necesitamos transformar profundamente losactuales centros educativos, si queremos realmente incidir en la formación de losalumnos. De meros lugares de enseñanza e instrucción o depósitos de niños y de jóvenes mientras sus padres trabajan, los centros educativos deben concebirsecomo espacios para practicar, vivir y desarrollar los valores que se consideranesenciales para el individuo y la colectividad. Por ello, deben entenderse yasumirse como comunidades de vida, de participación democrática, de diálogo,trabajo y aprendizaje compartido. Comunidades educativas que rompen lasabsurdas barreras artificiales entre escuela, familia y sociedad, en las que seaprende porque se vive, porque se participa, se construyen cooperativamentealternativas a los problemas individuales y sociales, se fomenta la iniciativa, se
87toleran las discrepancias, se promueve y se practica día a día y en todas lasinstancias y momentos la solidaridad y el servicio.Educar valores implica que cada maestro y profesor entiende y asume queno es sólo docente de una determinada área o materia, sino quefundamentalmente es maestro de humanismo, que su función va mucho más alláde transmitir conocimientos o preparar a los alumnos para que pasen con éxitouna serie de pruebas y de exámenes. Educar, una vez más, es formar personas,cincelar corazones, abrir horizontes y caminos de vida plena y estimular con elejemplo y la palabra a caminarlos.No olvidemos nunca que si bien uno explica lo que sabe o cree saber,
UNO ENSEÑA LO QUE ES
tener experiencia vital
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UNO ENSEÑA LO QUE ES
tener experiencia vital
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tener calle es saber descifrar los codigos de la gente sin conocerla es darte cuenta de algo antes de que suceda, es saber en 5′ como es alguien definirlo como persona por su manera de hablar o pensar, es tener olfato. y sentido comun muy poco usado ultimamente, es sacar rapido como es la gente antes de que actuen….no es dificil , no se aprende en ningun lado, solo tenes que practicar algo muy simple…… OIR MAS EN VEZ DE HABLAR ese es el secreto amiga.Lo aprendes con los años es experiencia de haberte equivocado de ahi se aprende lo mejor.
Fuente(s):Aprender de los errores te da experiencia de vida.
hacer callo