Sabias que…
 ❏ Instituciones Correccionales
Conferencia adentro en Maryland ofrece los planes para el éxito
Dentro de una prisión de máxima seguridad de Jessup, Maryland, los miembros del Grupo Solución Común organizaron el pasado mes de agosto una conferencia de dos
días de duración. Hicieron esto junto con un grupo de A.A. de afuera que tiene el mismo nombre y con la cooperación del jefe y el personal de la prisión. “Que yo sepa,” dice Bill H., miembro del Comité de Archivos Históricos que también participa en el trabajo de instituciones correccionales, “esta es la primera conferencia de este tipo. Pero les aseguro que, a juzgar por lo que he visto, le seguirán muchas más.”
La idea de la conferencia, dice Bill, “surgió hace más de dos años durante un retiro al que asisten anualmente varios miembros del Grupo Solución Común de Columbia,
Maryland. Fue una de esas ideas que salen de la meditación, el amor, la camaradería y la verdadera espiritualidad.”
Planificar los detalles de una empresa como ésta requería mucha paciencia, dice Bill. “En los mejores momentos parecía que dábamos dos pasos adelante y cinco atrás, y en los peores, creíamos que la conferencia nunca llegaría a celebrarse. Pero sí se celebró, gracias especialmente al liderazgo y dedicación de Jim C. y su Grupo Solución Común de afuera; y a Jay, el coordinador de la conferencia de adentro, y su comité. También tuvimos el fuerte apoyo del Intergrupo de Baltimore, del Comité de Hospitales e Instituciones de Baltimore, nuestra Área y la Oficina de Servicios Generales de Nueva York.”
Con el lema “Hay una solución común”, la conferencia tuvo lugar el viernes, 17 de agosto, de 6 a 9:30 p.m. y el sábado, 18 de agosto, de 2 a 9:30p.m. “Al entrar en el área principal,” dice Bill, “había un cartel colgado en la pared con el lema de la conferencia y el nombre de la prisión.
Asistieron 50 presos, 40 hombres y 10 mujeres, y unas 20 personas de afuera.”
Aquella primera noche, después de comer unas pizzas, hablaron los oradores de Grupo Solución Común de afuera.
A continuación se efectuaron dos mesas de trabajo, una sobre la “Espiritualidad” y la otra sobre la “Aceptación.” El sábado, tres miembros de A.A. de adentro contaron sus
historias. “Hablaron con honradez y sinceridad,” dice Bill.
“Se podía sentir el amor y la compasión mientras estaban hablando, y vi a varias personas secándose los ojos y sacando sus pañuelos.”
Después de la reunión se efectuaron mesas de trabajo sobre los “Doce Pasos” y el “Apadrinamiento.” Y luego hubo una cena formal en la que se sirvieron filetes de carne, papas asadas, ensalada, panecillos, torta, de todo. Si parece que son muchos platos para una cena en una prisión, añade, “hay que tener en cuenta que los organizadores querían que ésta fuera una convención parecida a las que se hacen afuera.” La única dificultad del fin de semana fue conseguir que la comida llegara a tiempo, dice Bill, “pero los presos, tanto los hombres como las mujeres, se lo tomaron con calma. Habían llegado muy lejos para estropear las cosas con malas actitudes a estas alturas.”
A cada persona que habló o coordinó una mesa de trabajo, así como a los padrinos de afuera del comité de H&I de Baltimore, se le entregó una placa conmemorativa hecha
por los miembros de A.A. de adentro, quienes también grabaron todas las charlas y las mesas de trabajo. Los compañeros de afuera están vendiendo las cintas y los CD en la
Librería Serenidad local para conseguir fondos para la convención del año que viene, una entidad automantenida conforme al espíritu de la Séptima Tradición. Bill dice: “Esta convención fue tan maravillosa en todos sus aspectos que ya la consideramos como un evento anual.” Durante todo el fin de semana, dice, “los oficiales de correccionales, de hecho todos los oficiales de esta prisión, trataron a los miembros de A.A. de adentro con respeto y dignidad. Todos juntos, logramos llevarlo a cabo.”
Box459 abril – mayo 2002

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